Neuroanatomía de las emociones III: La amígdala.



La amígdala: El asiento de la inteligencia emocional y social.

La amígdala es preeminente en el control/mediación de todas las actividades motivacionales de orden superior (es decir, aquellas que van más allá de nuestras necesidades primarias de comida, liquido, sexo, etc.). El llama a la amígdala el asiento de la inteligencia emocional y social, monitoreando y abstrayendo el significado emocional de una variedad de estímulos sensoriales multimodales (desde matices sociales-emocionales hasta el alimento). La amígdala responde a estímulos somatosensoriales y contacto físico.

La neuroanatomía de la amígdala.

“Complejo amigdaloide” es un mejor término para la amígdala, ya que está compuesta por al menos 13 núcleos y áreas corticales (en primates), cada una con sus respectivas subdivisiones. Está íntimamente conectada con la formación hipocampal, las proyecciones desde la amígdala hacia el hipocampo son más fuertes (que la inversa), proveyendo al hipocampo el significado emocional específico de un evento para así construir el recuerdo episódico.

La amígdala lesionada: Lesiones biulaterales de la amígdala y Síndrome de Klüver–Bucy.

El síndrome de Klüver-Bucy es un trastorno de la conducta que sucede cuando los lóbulos temporales bilaterales sufren alguna alteración. La amígdala está particularmente implicada en la patogenia de este síndrome.

Los epónimos del síndrome son los doctores Heinrich Klüver y Paul Bucy, quienes retiraron los lóbulos temporales de ambos lados en monos Rhesus en un intento de determinar su función. Esto provocó en los monos:

- Cambios emocionales: Se volvieron desmotivados y sus expresiones faciales y vocalizaciones se hicieron menos expresivas. También tenían menos miedo de cosas que les habrían infundido pánico de forma instintiva en su estado natural. A este tipo de cambio se le llamó "apacibilidad".

- Tendencias orales: Parecían examinar su ambiente con la boca en lugar de con los ojos.

- El desarrollo de agnosia visual: Aunque los monos podían ver, eran incapaces de reconocer incluso los objetos que previamente les eran familiares, ni tampoco su uso.

- Hipermetamorfosis: Desarrollaron el deseo de explorarlo todo.

- Alteraciones en la conducta sexual (Hipersexualidad): Su conducta sexual manifiesta se incrementó dramáticamente y los monos se solazaban en una conducta sexual indiscriminada, masturbación, copulación con cualquier objeto y pansexualidad.

Las personas con lesiones en sus lóbulos temporales (lesiones bilaterales) muestran conductas similares. Raramente, si es que se da alguna vez, se desarrolla el síndrome al completo en seres humanos.

La amígdala emocional.

La amígdala analiza información y la transfiere nuevamente a la neocorteza, asignándole significado emocional. Mantiene una relación funcionalmente interdependiente con el hipotálamo, modulando y controlando las fuerzas emocionales rudimentarias gobernadas por el hipotálamo y respondiendo a sus requerimientos de necesidades (como el hambre).

La amígdala visual.

La amígdala también desempeña un importante rol en el procesamiento visual, con mayor respuesta a objetos visuales complejos (ejemplo: los rostros) y modula el flujo de información sensorial en base a el estado emocional.

La amígdala atenta.

La amígdala dispara la respuesta orientativa  y mantiene la atención en  cosas de interés o importancia mediante miradas rápidas/ansiosas y movimientos de búsqueda, provocando un estado de excitación y alerta. Tras analizar la importancia emocional-motivacional, alerta a otros núcleos para que tomen acción.

La amígdala temerosa, iracunda y agresiva.

Inicialmente la estimulación produce atención y orientación sostenidas. Una estimulación sostenida produce reacciones de temor o ira. De esta manera, la amígdala es responsable por generar y mantener el ánimo y formar ideas emocionales.

La amígdala violenta: La amígdala de Charles Whitman.

Charles Joseph Whitman (1941-1966) fue un estudiante en la Universidad de Texas en Austin y ex-marine que mató a 15 personas e hirió a 32 en el campus de dicha universidad el 1 de agosto de 1966, tras haber asesinado a su esposa y a su madre la víspera.

Una parte de su nota de suicidio decía: “No entiendo muy bien qué es lo que me obliga escribir esta carta. Quizás es para dejar alguna vaga razón por las acciones que recientemente he hecho. Realmente no me entiendo estos días. Se supone que debo ser un hombre razonable e inteligente. Sin embargo, últimamente (no puedo recordar cuándo comenzó) he sido víctima de muchos pensamientos inusuales e irracionales.”

La nota explicaba continuaba diciendo que había decidido asesinar a su madre y esposa, aunque no sabía bien porqué iba a matarlas. También pidió que le hicieran una autopsia después de su muerte, para determinar si había algo que pudiese explicar sus acciones y dolores de cabeza. La autopsia reveló un tumor cerebral (glioblastoma) del tamaño de una avellana, comprimiendo el núcleo amigdaloide. Esta lesión "posiblemente podría haber contribuido a su incapacidad para controlar sus emociones y acciones."

La amígdala funcional.

La amígdala es un “dispositivo de protección” diseñado para detectar y evitar el peligro (afecta la respuesta de lucha o fuga). Evalúa los objetos u organismos en el ambiente antes de interactuar con ellos y, basándose en esta evaluación, coordina respuestas típicas.

La amígdala autista.

Respecto a la amígdala en el autismo, esta alcanza su tamaño adulto a los 8 años de edad. El defecto biológico de una amígdala más grande/activa es un incremento en el miedo y ansiedad y respuesta mas alta al estrés y un procesamiento abnormal del miedo durante el desarrollo.

En cuanto a las anormalidades neuroanatómicas, se nota un incremento en la densidad de células presentes en la amígdala.

Recordemos que la amígdala es el asiento de la inteligencia emocional y social, con la habilidad de discernir y expresar sutiles matices socio-emocionales. Es el área límbica principal que conecta significado emocional al estimulo sensorial. Las personas con autismo tienen dificultades extremas  entendiendo los matices de las interacciones sociales.

Para el reconocimiento social se requiere la habilidad de reconocer y recordar a otros antes de formar relaciones sociales. Lesiones en el giro fusiforme pueden abolir la habilidad para reconocer los rostros. Las personas con autismo tienen un decremento en la activación de la amígdala y del giro fusiforme y una falta de activación de la amígdala al interpretar expresiones oculares emocionales.

Los infantes con autismo se resisten a ser sostenidos o cargados, pero para que la amígdala se desarrolle normalmente y establezca conexiones normales el infante requiere de estimulación táctil. - Izzy.

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