Práctica de la Terapia Racional Emotiva Conductual (T.R.E.C.) - I

El proceso de cambio.

J. Camerini (2004) indica que el tema central en la teoría y práctica del cambio en la TREC es el descubrimiento y refutación de las creencias perturbadoras (irracionales) para reemplazarlas por otras funcionales y más eficaces (racionales). Emplea todos los recursos posibles dentro de las sesiones y afuera de las mismas, pudiendo estos abarcar las áreas cognitiva, emotiva o conductual, asociadas al pensamiento disfuncional a modificar.

No se pretende cambiar todas las creencias irracionales, sino las que se detecten como causantes de las emociones o conductas disfuncionales que el cliente desea modificar.

El concepto de terapia y el consecuente estilo de la TREC corresponden a un modelo educativo porque se piensa en un aprendizaje (o re-aprendizaje) más apropiado o útil para lograr conductas más eficaces para el logro de los objetivos de la persona.

Para la TREC el cambio es posible, especialmente si se internalizan tres conceptos importantes:

1) Los acontecimientos pasados o presentes no causan las emociones o conductas disfuncionales, sino nuestro sistema de creencias.

2) Independientemente de la manera en que nos hayamos perturbado en el pasado, ahora nos estamos perturbando principalmente porque seguimos adoctrinándonos con nuestras creencias irracionales.

3) A la larga, nosotros podremos superar nuestras perturbaciones principalmente trabajando dura y reiteradamente en refutar nuestras creencias irracionales y sus consecuencias.


La TREC pone especial énfasis en la importancia de los recursos destinados al cambio, que se realizan durante el tiempo que transcurre entre las sesiones y que se denominan tareas de auto-ayuda. Estas son planificadas y determinadas de común acuerdo entre el terapeuta y el paciente antes de finalizar cada sesión, para ser realizadas durante el tiempo entre sesiones.

Se propone, para lograr un cambio duradero y amplio, un cambio filosófico profundo consistente en pasar de una filosofía de vida demandante a una preferencial. Para lograr el cambio, la TREC presta atención a la forma de conocimiento científico y de cambio de paradigmas, que considera semejante a la construcción de esquemas, y a los requisitos o condiciones necesarias para modificarlos.

Se considera más eficaz, profundo y de mayor alcance un cambio que modifique una creencia irracional, antes que una inferencia errónea. Este concepto no se refiere solamente a la preferencia sino también a la precedencia temporal: primero las creencias y después las inferencias.

En el caso de detectarse consecuencias secundarias también disfuncionales, la táctica recomendada será comenzar por atender a la modificación de las mismas antes de las primarias.

Averiguar las creencias.

En el proceso terapéutico, un paso importante es averiguar cuáles son las creencias que causan las perturbaciones. Algunas formas posibles de hacerlo son las siguientes:

- Darse cuenta inducido: El terapeuta refuta las inferencias y en el debate el cliente empieza a descubrir las creencias subyacentes y termina por expresarlas.

- Interpretación por inducción: El terapeuta agrupa las inferencias, saca conclusiones y las propone. Ejemplo: “¿Le parece que…?

- Encadenamiento de inferencias: “Si fuera verdad su inferencia ¿Qué significaría eso?” “¿Y entonces?...” “¿y eso, significaría que…?” etc.

- Evaluación guiada por hipótesis: Cuando el cliente se está esforzando y no logra expresar su creencia, el terapeuta genera su hipótesis y le pregunta: “¿es posible que…?”


Formas de discusión teórica.

- Lógicamente: Buscando la coherencia lógica o deductiva de lo aseverado.

- Empíricamente: Buscando la verificación en los hechos, en la realidad, de que sucede lo enunciado.

- Pragmáticamente: Comprobando si la ley o el pensamiento (creencia) sostenido sirve o si es útil para encarar las situaciones o resolverlas satisfactoriamente o si, es inútil o contraproducente y es causante del trastorno o empeoramiento. Aquí cabe preguntarse sobre las consecuencias de esta creencia o forma de pensar.

- Encontrando una nueva creencia que reúna los requisitos anteriores.

Otras formas de refutación son de tipo:

- Emotivo (mediante experiencias emotivas, dramatizaciones, etc.).

- Conductual (a través de experiencias prácticas).

Estas pueden ser:

- Durante la sesión: ejercicios, experimentos, imaginación racional emotiva, role-playing, psicodrama, etc.

- Entre sesiones: con tareas de auto-ayuda o tareas para el hogar.

- Izzy

El narcisismo en tu red social… - ¡Part Deux!


- A través de las redes sociales le contamos "al mundo quiénes somos, y llenamos (o intentamos llenar) una necesidad de definirnos, etiquetarnos y destacar (u ocultar) distintos aspectos de nuestro self". ¿De qué manera las redes sociales son un vehículo actual para "llenar" esa necesidad de definirnos?

A través de las redes sociales tenemos una audiencia o público potencial, con el cual podemos compartir palabras, sentimientos, ideas, pensamientos, imágenes, videos, sonidos y más. Los perfiles de Twitter y Facebook (entre otros) nos permiten plasmar una especie de carta de presentación u hoja de vida personal de una manera que no siempre se da en la interacción “fuera de línea”. Por ejemplo, los perfiles de Twitter son muy cortos, pero es tan interesante ver qué elige compartir de si cada persona en ellos.

- Las redes sociales nos permiten mostrarnos como queremos ser vistos, cierto? ¿De qué manera las redes sociales, bien llevadas, pueden ayudarnos a afianzar nuestra personalidad, quiénes somos, en qué creemos; y así mismo, si estas no son manejadas correctamente podrían confundir nuestra identidad propia al querer mostrarnos como "popular"?

Para la mayoría de las personas, las redes sociales son quizás la primera oportunidad que tienen de exponerse a un público más amplio y diverso que aquel disponible en su entorno habitual. Esto nos ayuda a ensayar comportamientos y practicar conductas y recibir una retroalimentación, aprobación o desaprobación en tiempo real y de ahí afianzar y afinar.

En cuanto al riesgo de confundirnos en nuestra identidad propia, esto realmente dependerá de qué tan bien nos conozcamos nosotros mismos al momento de comenzar a utilizar estas redes sociales. Creo que nuestro mal uso de las redes sociales no nacerá de éstas, solamente será reflejo de una situación preexistente.

- Una encuesta que encontró que muchas personas en EE.UU. se toman "vacaciones" de Facebook.  ¿Qué factores pueden influir para uno llegue a sentirse hastiado de Facebook, por ejemplo?

Un factor muy importante resaltado por varios estudios recientes sobre el tema es la insatisfacción de muchos usuarios en uno o más aspectos de su vida, exacerbada al compararla con las de otros usuarios en Facebook y concluir que éstas últimas son mejores, más divertidas o más exitosas que las suyas. El problema real en estos casos no es Facebook, sino las evaluaciones o juicios negativos (y muchas veces distorsionados) que hacemos sobre nosotros mismos al hacer estas comparaciones.

- Uno de los motivos por los cuales la gente toma "vacaciones" de Facebook es por el "drama" o los chismes de sus amigos a través de la red social. ¿Encontrarse con informaciones muy personales que, quizás no deberían ser de dominio público, podría generar cierta apatía entre los usuarios de la red social?

Definitivamente. Los “dramas” y “chismes” son comunes en personas tóxicas y que no respetan los límites. Muchos pueden sentir que sus límites o su privacidad son irrespetados por estos usuarios “tóxicos” de Facebook, generando apatía.

- Al manejar nuestra cuenta de Facebook o Twitter es natural que los usuarios sean narcisistas? ¿En el uso de las redes sociales cabe alguna teoría de la personalidad que esté vinculada al narcisismo?

No es natural, pero si muy probable que éstas resulten especialmente atractivas a aquellas personas que tengan un trastorno narcisista de la personalidad. La característica esencial del trastorno narcisista de la personalidad es un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía (aclaro que una persona puede presentar rasgos narcisistas, mas no cumplir los criterios para este trastorno). A través de las redes sociales, estos sujetos pueden expresar abiertamente su sentido grandioso de autoimportancia y alimentar sus fantasías de admiración. Lamentablemente, en una sociedad actual que tiende a darle mayor importancia a valores extrínsecos (dinero, imagen y fama) versus intrínsecos (comunidad, afiliación y auto-aceptación) es más probable que estos rasgos negativos sean celebrados y, por ende, reforzados.

- Freud en su psicoanálisis introduce el concepto de narcisismo, y la psicología humanista también lo involucra. ¿Se maneja alguna corriente en especial que aborde el concepto del narcisismo, y cómo este está presente en las redes sociales?

Cada teoría aporta algo y nos ayudan a ver y entender el narcisismo desde distintos puntos de vista y enriquecen así nuestro entendimiento del mismo. El narcisismo está presente en las redes sociales de igual manera que lo está en todas las manifestaciones sociales, desde su extremo más funcional (una actitud construida sobre logros que hemos dominado, valores a los que nos hemos adherido y cuidado que hemos mostrado hacia otros) hasta el más disfuncional (el temor al fracaso o la debilidad, un enfoque sobre uno mismo, un impulso malsano a ser visto como el mejor y una inseguridad profundamente arraigada y un sentimiento subyacente de inadecuación) que “actuaremos” a través de las redes sociales.

- ¿Recomendaciones para usar las redes sociales correctamente? ¿Se podría mantener un "narcicismo" sano en las redes?

Recomendaciones:

1) No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti y

2) Recordar que tu libertad termina donde empieza la libertad de la otra persona.

Podemos mantener un narcisismo sano (entiéndase autoestima) en las redes en la misma medida en que lo mantengamos en nuestra vida fuera de la red. - Izzy

El narcisista en ti, el narcisista en mi… y en todos nosotros.


Nos guste o no, narcisistas somos todos. A todos nos gusta figurar, a todos nos gusta brillar, a todos nos gusta alardear un poco, bastante, mucho o demasiado acerca de lo hot/astutos/inteligentes/atractivos/populares/creativos/whatever que somos, o nos creemos ser.

El tema no es qué tan narcisista es o no es la persona que publica sus selfies en la red, ya sea en Twitter, Instagram, Facebook, etc., sino, qué tan narcisistas somos nosotros que lo registramos. Porque esa es la regla básica de la verificación de una proyección, si lo ves o registras en otra persona, está en ti.

En este tema del narcisismo, todos caemos en algún punto del continuo, y como en todo continuo, la clave está en no irse a los extremos. Es un tema muy subjetivo, y si nos pasamos la vida o la mayor parte de nuestro tiempo apuntando el dedo hacia los demás, gritando “¡Narcisista!”, vale la pena recordar que los otros cuatro dedos nos apuntan a nosotros.

Después de todo, por qué te roba tanto la calma que fulano o mengana postee sus selfies, hable de si, llame la atención, grite, suplique e implore: “¡Mírenme, ámenme, apruébenme, idolátrenme!” Tal vez en el fondo nos gustaría un poco, mucho, bastante o demasiado de esa atención que está recibiendo esa persona, o que piensa que recibe, porque en esto de las redes sociales, una cosa es lo que pensamos y creemos y otra muy distinta, lo que es.

No podemos juzgar a alguien basados solamente en un selfie, o en cómo se proyecta a través de sus cuentas en redes sociales, recordemos que estas son solamente fachadas, ediciones de nuestras vidas, no nuestras vidas enteras. Claro, surgirán patrones, podremos trazar conclusiones, nos podremos formar una opinión o una impresión sobre aquella persona, pero no nos olvidemos que al final del día, es solamente eso, nuestra opinión, percepción o impresión subjetiva acerca de esa persona, teñida inevitablemente por nuestra propia experiencia y subjetividad.

Y si nos estamos fijando TANTO en lo que están haciendo todos los demás y pretendiendo ser los jueces morales de la conducta ajena en la red, ¿será que necesitamos mirar hacia adentro en vez de hacia afuera y preguntarnos qué nos pasa para que eso nos dispare así, nos haga tanto ruido?

Al final del día, es tema nuestro si decidimos parar y pensar, antes de publicar algo en redes sociales (sea un comentario, una foto, un estado, etc.) por qué lo estamos haciendo, para qué o para quién. Yo lo hago, no se imaginan cuantos tweets y estados de Facebook quedan sin publicarse, y por supuesto que de vez en cuando y de cuando en vez se me escapa alguno por ahí, después de todo, soy tan narcisista como la próxima persona, quizás un poco menos, quizás un poco más.

Si algún día me cruzan por la calle o me conocen, entonces podrán sacar su propia conclusión final, porque después de todo, aquí en la red, yo también soy solo una fachada. Nos vemos por el camino. - Izzy

¿Amistades ricas en toxinas?


¿Qué debe hacerse cuando nos damos cuenta de que una relación como la amistad no nos está reportando felicidad sino problemas?

Toda amistad tiene sus altibajos y es natural que surjan problemas, pero debemos estar muy alertas a la intensidad y continuidad de éstos ya que son señales de una posible amistad tóxica que nos aporta un nivel de drama innecesario e indeseado.

Como toda amistad es una relación entre dos partes, es tan necesario analizar tanto la conducta, pensamientos y emociones propias como las de nuestra amistad. Muchas veces, lo que nos molesta y perturba de otra persona puede ser un aspecto propio que estamos negando y proyectando en los demás. El establecimiento de límites sanos, la confianza, honestidad y buena comunicación son aspectos claves de una amistad saludable, un déficit o conflicto en cualquiera de estos aspectos nos alerta de una posible amistad problemática o tóxica.

Si en algún momento, nuestra interacción con esta persona nos despierta ira, miedo o ansiedad, no es aconsejable actuar sobre estas emociones. Respira, cálmate y aléjate. Una vez serena, siéntate y anota lo que estés sintiendo o pensando acerca de lo qué pasa y acerca de tu amistad, usando frases cortas y sencillas. Puedes hacer una lista de los pros y contras de seguir relacionándote con esta persona. Esto te ayudará a la hora de sentarte a hablar sobre el tema con tu amiga, si decides hacerlo.

Es muy importante evitar triangularse, es decir, no convertirse en víctima, acusador o salvador en la relación de amistad.  Si tu amistad insiste en que cumplas cualquiera de estos roles, lo mejor es que te alejes y busques amistades nuevas.

¿Qué puede hacerse en el caso específico de estos cuatro tipos de amiga?:

- Amiga indiscreta (no sabe guardar secretos, hace comentarios inapropiados sobre las debilidades que uno le ha confesado).

Si es la primera vez que sucede, siéntate con tu amiga y explícale cómo te hace sentir su indiscreción. Una buena amiga sabrá entenderte, se disculpará y evitará futuras indiscreciones. Si descubres que tu amiga sigue con su comportamiento indiscreto, o no acepta su falta, es tu decisión continuar siendo su amiga o seguir confiándole tus secretos y confidencias.

- Amiga mala suerte (siempre mira todo desde el lado negativo, disminuye tu confianza).

El “filtro mental” o “abstracción selectiva” es una distorsión cognitiva, una forma distorsionada de pensar por la cual tu amiga se enfoca y selecciona solo los puntos negativos y jamás ve los positivos. Si te permites pensar como ella, por supuesto que tu confianza en ti misma disminuirá. Es posible que ella esté proyectando su propia inseguridad y baja autoestima en ti, y es responsabilidad tuya no caer en su juego (que no necesariamente es intencional). Como buena amiga, intenta hacerle comprender su manera distorsionada de pensar, y si está renuente a cambiar, pídele que se reserve sus opiniones negativas. Al final del día, tú decides si quieres estar rodeada de gente negativa.

- Amiga problema (siempre incurre en el mismo error y uno es el paño de lágrimas del mismo problema una y otra vez).

Los errores nos enseñan, pero si tu amiga sigue tropezando sobre la misma piedra una y otra vez, obviamente no está obteniendo un aprendizaje de su experiencia. Al permitirte convertirte en su paño de lágrimas, estas asumiendo el rol de su salvadora, y dejando que ella asuma el de víctima. Salte del triángulo, aconséjale que busque ayuda terapéutica para comprender por qué sigue incurriendo en los mismos errores y cómo abandonar la posición de víctima. Ahí la estas ayudando, como una buena amiga, sin pretender salvarla y triangularte junto con ella.

- Amiga coqueta (intenta coquetear con los novios de las otras y con el de uno propio).

Tu amiga coqueta tiene un problema de límites. Si es la primera vez que pasa, de seguro te producirá ira, miedo o ansiedad, ¡o una mezcla de todos ellos! Respira, aléjate y cálmate. No confrontes a tu amiga, habla con ella. Explícale cómo te hace sentir lo que ella está haciendo y establece tus límites. Si ella no sabe respetarlos una vez los has establecido, es más saludable que te alejes y la evites.

¿Cuál es la mejor manera de establecer límites? ¿Cómo aplica aquí aquello de “ser asertivo”?

La mejor manera de establecer límites sanos es con calma, serenidad, firmeza y asertividad (saber decir “No” algo que a muchos nos cuesta horrores). Si nos cuesta establecer límites, nos cuesta ser asertivos y viceversa. Estas no son habilidades que se aprenden de la noche a la mañana y lo mejor es buscar ayuda terapéutica para así aprender a establecer límites sanos y ser más asertivos. Al empezar a hacerlo, es común equivocarse, ser demasiado flexibles o demasiado fuertes, está bien, es normal y debemos darnos permiso de que nos salga mal un par de veces hasta que empieza a salir bien. Aquí, ser asertivo implica, sin atacar o agredir a nuestra amistad, poder establecer nuestros límites y nuestros “No” sin dejar que queden de segundo lugar a los “Si” que nuestras amistades esperan de nosotros.

- Izzy :)