No sé si a ustedes les pasa, pero yo siempre me sorprendo con la capacidad de los actores de representar tantos roles diferentes, pero si nos ponemos a pensarlo un poco, cuando estamos en pareja, también nos toca representar una variedad de roles y papeles, y muchas veces o bien nos toca cambiar de uno a otro en una fracción de segundo o desempeñar varios al mismo tiempo… ¡y aquí no hay nada de segundas tomas!
Con nuestra pareja somos de todo un poco: compañeros, aliados, compinches, cómplices, amigos, familia, socios, amantes, co-parientes; y cuando metemos a nuestras familias extendidas, nos toca barajar todos estos roles junto con ser hijos o hijas, hermanos o hermanas, cuñados o cuñadas, yernos o nueras… y así nos vamos.
Esto me pone a pensar, si queremos ser y permanecer felices con nuestra pareja, ¿cuál será el papel o rol que más debemos proteger, nutrir y cuidar? No creo que podamos llegar a un consenso, y seguro cada quien tendrá su propia opinión al respecto (hagan el ejercicio y pregúntenle a su pareja, a ver si contestan lo mismo o tienen perspectivas diferentes al respecto), pero según Mike Bundrant, terapeuta especialista en PNL (programación neurolingüística), las parejas felices son amigos antes que familia.
Al menos en promedio, las personas disfrutan más pasar tiempo con sus amigos que con su familia. Es más, hay casos en los que los amigos pueden incluso aportar mayor felicidad que la pareja misma, ni decir la familia. ¿Suena muy cínico?
En más de una ocasión, recurrimos a nuestros amigos cuando buscamos un respiro de nuestras familias e incluso de nuestras parejas. ¿Alguna vez han oído que alguien busque en su familia o pareja un respiro de sus amigos? De repente pasa, pero no creo que sea la norma.
Y es que, como dice Mike, “Las familias de origen a menudo son verdaderos calderos de miseria”.
No teman, que la relación de pareja no necesariamente debe seguir el mismo destino, especialmente si se enfocan en ser amigos primero. Después de todo, los buenos amigos son menos propensos a tratarse sin respeto y más propensos a respetar límites, cosa que no siempre sucede con la familia.
Bundrant indica que el error que muchas parejas cometen es zambullirse en una relación joven demasiado rápido y profundamente. Al hacer esto se omite la oportunidad de formar una amistad y al instante lo que se crea es otro miembro de la familia... a veces demasiado “familiar” para nuestro gusto.
Fragmentos extraidos de “Six Things Happy Couples Do Differently than the Rest (Based on Research)” (autor: Mike Bundrant).
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