El alto costo del suicidio – Parte II.

El suicidio nos causa temor, aprehensión, ansiedad y tristeza. Como seres humanos, deseamos no tener que lidiar con el tema, ya sea en nuestra familia, nuestro entorno, nuestro círculo de amistades o nuestra propia vida. Como terapeutas, por más preparados que estemos para afrontar el tema si surge en terapia, siempre esperamos (casi cruzamos los dedos) para no tener que hacerlo.

Cuesta encontrarle sentido a la decisión de una persona de arrebatarse la vida y en esta segunda parte nos toca hablar acerca del pensamiento suicida, las tasas de suicidio en Latinoamérica y Panamá y cómo factores como nuestra personalidad y crianza pueden hacer la diferencia entre elegir la vida o la muerte.




¿El pensamiento suicida se puede evitar? 

Creo que el pensamiento suicida es el resultado de otros pensamientos distorsionados y creencias irracionales (“No merezco vivir”, “No sirvo para nada”, “No importo a nadie”, “No hay otra solución”, “Esto no va a cambiar”, “No hay otra salida”, “Este es el fin”) que necesitan ser verificadas. Nos sentimos como pensamos, y cuando cambiamos nuestros pensamientos rígidos e inflexibles por otros más adaptativos y sanos nuestras emociones también lo serán, haciendo más fácil mantener a raya esos “pensamientos suicidas” intrusivos y detectar la irracionalidad de los mismos.

¿Qué tan frecuenten se dan los suicidios en Panamá o en América Latina? ¿Qué país podría tener una alta tasa de suicidios?

Consulté los últimos datos disponibles para Panamá según la Organización Panamericana de la Salud (2009) y tenemos una tasa estimada de mortalidad por suicidio y lesiones auto infligidas de 5.5 (5.9 corregidas al 2011) por cada 100,000 habitantes. Cabe destacar que la tasa estimada es de 9.2 por cada 100,000 habitantes para los hombres y de 1.8 por cada 100,000 habitantes para las mujeres. Es decir, se suicida 1 mujer por cada 5 hombres que se suicidan.

Los países latinoamericanos con tasas mayores son (según las últimas cifras disponibles según la Organización Panamericana de la Salud): Uruguay (15.9), Cuba (12.2) y Chile (11.6). Los países latinoamericanos con tasas menores son (según las últimas cifras disponibles según la Organización Panamericana de la Salud): Perú (2.6), Republica Dominicana (3.1) y Venezuela (3.4).

Respecto a qué países podrían tener una alta tasa de suicidios, serían aquellos en los cuales las condiciones sociales, económicas, culturales, religiosas y educativas (entre tantas otras) particulares influyeran para que se incrementen los factores de riesgo que ya hemos citado. Destaco la educación y la más equitativa distribución de la riqueza como factores protectores importantes, ya que estos también impactan en un mejor acceso de la población al uso de los servicios de salud mental.

¿Podría la crianza y la personalidad ser factores decisivos a la hora de tomar decisiones tan extremas como quitarse la vida?

Definitivamente. Nuestras familias de origen influyen sobre nuestra vida, nuestra forma de pensar y actuar, la manera en la cual manejamos las emociones y también sobre la formación de nuestra personalidad. Nuestro trabajo como seres en desarrollo es trabajar en nuestro crecimiento individual para deshacernos (o desaprender) los patrones de conducta, pensamiento y emoción inadaptados y tóxicos y reemplazarlos por otros más adaptativos y saludables. Esto se hace especialmente crítico en los casos de personas que provienen de familias con una historia de trastornos mentales, problemas emocionales y suicidios. La psicoterapia siempre nos da la oportunidad de cambiar nuestras historias familiares, de vida y propias para bien.

Ya saben, si están pasando por un momento difícil de sus vidas y han considerado causarse daño o quitarse la vida, o conocen a alguien que sospechen que está en riesgo suicida, por favor no duden en buscar ayuda profesional. La atención terapéutica necesaria puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Namaste.

Basado en el material sin editar remitido a Rella Rosenshain como colaboración para los artículos “El abismo del suicidio” y “Al borde de arrebatarse la vida” publicados el 10 de septiembre del 2013 en Vivir+ de La Prensa en conmemoración al Dia Mundial de la Prevencion del Suicidio.

Enlaces relacionados: El alto costo del suicidio - Parte I.

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